Mediante redes sociales, una agrupación animalista denunció la muerte de un perro abandonado mediante el uso de veneno para caracoles, llamando la atención de todos los vecinos.
También se dio a conocer el intento de cometer el mismo acto con otros canes en caleta Chrome, de la comuna de Hualpén, región del Biobío.
Otra de las noticias que ha marcado al país recientemente por su nivel de brutalidad fue la del caso Francisco Albornoz.
Denuncian brutal ataque en Hualpén: usaron veneno para caracoles
A través de su cuenta oficial de Instagram, la Agrupación Animalista Alimentando Perritos Hualpén hizo pública una situación que calificaron como: “grave atentado contra la fauna canina y el ecosistema protegido”.
“Es urgente sacarlos. Varias personas hacen el recorrido para llevarles alimento, agua y asistirlos, pero no basta”, dieron a conocer en sus primeras publicaciones.
Luego, agregaron: “Malditos cobardes. Con mucho esfuerzo se van alimentar y se han ido esterilizando, para que unos mal nacidos hagan esta maldad, ésto no va a quedar así, en qué les molesta las perritas si ni siquiera las alimentan...mentes enfermas… Háganlo viral para que sepan que no están solas”.

“El panorama es desolador y no es un hecho aislado, primero robaron sus casas, luego destruyeron el refugio, y ahora esto. Todo indica que alguien del sector está actuando con maldad, sin compasión por seres que solo buscan sobrevivir”, expresaron con mucha rabia.
Fue el viernes 30 de mayo cuando encontraron nuevamente unos recipientes usados como “cebos” y confirmaron un fatal desenlace.
“Uno de los perritos asilvestrados que alimentamos murió tras, aparentemente, ingerir el veneno. Su cuerpo fue retirado el 31 de mayo para evitar más víctimas”, expresaron.
Sin embargo, la situación continuó y el pasado miércoles 4 de junio otra vez se toparon con esos envases, los que contenían “grandes cantidades de veneno”, continuando con su retiro y conservación como evidencia.

¿Qué ha hecho la Municipalidad de Hualpén en este caso?
Según contaron desde la agrupación animalista, la Municipalidad de Hualpén se ha encontrado colaborando previamente con el protocolo TRN (captura, esterilización y liberación), con el propósito de conseguirles una vida digna y controlar su reproducción.
Otro de los aspectos más terribles es que este “acto criminal” no solo mata a perros sino también pone en riesgo a las especies protegidas del santuario, desde aves hasta carroñeros nativos.