Pedro Ruminot fue el encargado del humor en la última noche del Festival de Viña 2025. Luego de que se haya suspendido el show del martes 25 por el corte de luz, toda la parrilla de ese día se trasladó al pasado sábado 1 de marzo.
Apenas salió al escenario, Ruminot logró conectar con el público. Mediante anécdotas de la vida cotidiana, un repaso a los últimos acontecimientos en Chile, además de otras ediciones del Festival, el humorista logró conquistar al "monstruo", quienes no se achicaron para ovacionarlo.
En un segmento de su rutina, el humorista consultó si habían personas extranjeras entre el público. Una de las personas fue un hombre estadounidense. De nombre Bennett, relató que cuando llegó, los chilenos le comentaron que, en lugar de pedir una cerveza, pidiera una "Tula".
La broma de Pedro Ruminot que provocó todo
Luego de proseguir la conversación, Ruminot le dijo al finalizar: "En este show, si a mí me va muy bien, very well, la gente grita por un premio. Tú tienes que pararte y decir 'la corneta de plata'. Y después 'la corneta de oro'. Te tienes que levantar y decir 'quiero corneta, quiero corneta'".
Posterior a esto, el público comenzó a pedir las clásicas gaviotas como "cornetas", hecho que prosiguió hasta el final de su rutina.
Tras recibir la gaviota de plata y de oro, el público comenzó a pedir la "de platino", en un vitoreo que duró varios minutos. Daniel Merino, quien es Gerente de Entretenimiento de Bizarro y director ejecutivo del Festival de Viña, acudió con una trompeta, regalándosela a Ruminot.
El "niño de Up", como lo denominó Pedro Ruminot, acudió al escenario para hacerle entrega de la "Corneta de Platino". En su biografía de Wikipedia, el hecho fue considerado, agregándolo dentro de la lista de premios obtenidos.
Cabe recalcar que el instrumento pertenece a uno de los integrantes de la orquesta del Festival, quien se llama Hermes Quintanilla. Al terminar el show, se le devolvió la trompeta a su dueño original.
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